Dónde alojarse en San Diego: las 10 mejores zonas

Dónde alojarse en San Diego

¿Dónde alojarse en San Diego? Para quienes se han decidido a hacer la maleta y buscan información acerca de las mejores zonas donde dormir en San Diego, he aquí una guía con los mejores barrios y zonas.

Durante mucho tiempo, San Diego se ha visto eclipsada por el éxito de otras ciudades vecinas como, por ejemplo, Las Vegas. Pero esa discreción ha pasado a la historia, de modo que hoy es una de las más turísticas de California.

La oferta hotelera se ha adaptado a las demandas viajeras y cada vez es más extensa en los más de cien barrios que componen su callejero. Sin embargo, cuenta con precios elevados, especialmente en el verano; época en la que además se queda escasa, por lo que conviene reservar con tiempo.

Dada su extensión, conviene saber cuáles son los barrios con mejor relación calidad-precio y bien ubicados para descubrir sus encantos. 

Así, las zonas más caras para dormir en San Diego son Downtown, Gaslamp Quarter, la Jolla, Old Town, Coronado y Pacific Beach. Por su parte, las más económicas son Mission Beach y Hotel Circle.

Las mejores zonas donde alojarse en San Diego

1. Downtown

Delimitado por la bahía, el parque Balboa y el aeropuerto Internacional de San Diego, este distrito es el centro neurálgico de la ciudad. Está dividido en nueve barrios, que aglutinan el centro financiero y económico, una buena oferta de ocio y algunos de los atractivos turísticos más importantes.

El barrio más destacado es Gaslamp Quarter. Está decorado con una extensa colección preciosas construcciones de época victoriana, que conviven con edificios modernos. 

Además, ofrece una inabarcable oferta de ocio y restauración: cervecerías artesanales, gastropubs, restaurantes de alta cocina, clubes nocturnos… En definitiva, ofrece planes para el día y la noche.

Por su parte, Cortez Hill también atesora un buen número de construcciones victorianas, que se alternan con los rascacielos más grandes de la ciudad, ofreciendo una estampa urbana digna de contemplar. Aunque la mejor manera de hacerlo es subiendo a la azotea del histórico hotel Cortez.

Por su parte, Little Italy regala la oportunidad de adentrarse en la cultura y los sabores de Italia. Está repleta de restaurantes de cocina local, especialmente recomendados para quienes buscan disfrutar de auténtica pizza y pasta o de un buen expreso. 

Además, sus calles son el escenario de populares eventos que rinden homenaje a la cultura italiana como el carnaval con máscaras venecianas o el Art Walk, la cita más multitudinaria de la región.

Otro de los lugares clave de este barrio es el Embarcadero. Se trata de un paseo que bordea la bahía, por lo que regala vistas y puestas de sol inolvidables. Cuenta con el museo USS Midway, que permite explorar un portaaviones histórico con magníficas vistas al bahía.

La oferta cultural en Downtown también es prolífica. Aquí se encuentra el museo The New Children’s Museum, donde los más pequeños de la casa podrán adentrarse de manera divertida y creativa en el arte contemporáneo.

También podrás visitar en esta zona el museo Marítimo de San Diego, que expone una amplia colección de embarcaciones históricas, entre las que se encuentra la más antigua del mundo, Star of India.

Entre sus muchos atractivos también destacan el estadio de beisbol Petco Park, la casa de los San Diego Padres, y Balboa Park, que ostenta el honor de ser el parque urbano más grande de San Diego. 

Además, se perfila todo un referente para el ocio al contar con 17 museos, el zoo de la ciudad, numerosos itinerarios de naturales, jardines y un buen puñado de construcciones históricas, siendo especialmente destacado el Pabellón Spreckels Organ por su impactante fachada renacentista.

En definitiva, Downtown es la zona más recomendable para alojarse en San Diego para los viajeros que quieren tener todo cerca, sentir el bullir del alma de la ciudad y no tienen problemas de presupuesto, pues es una de las zonas más caras.

2. Gaslamp Quarter

Tal y como hemos comentado, se encuentra en el distrito Downtown y es el barrio de moda. En sus orígenes, fue el barrio rojo de la ciudad, pero hoy destila historia y encanto arquitectónico por doquier al atesorar más de un centenar de preciosas casas victorianas.

Aunque todas han sido restauradas, preservan la esencia del siglo XVII. Muchas de ellas son centros comerciales, boutiques y tiendas, por lo que puedes verlas por dentro al mismo tiempo que disfrutas del shopping

Conviven con un buen número de bares, muchos de los cuales ofrecen música en directo, restaurantes de moda, locales de jazz y otros de cervezas artesanas, que, al caer la noche, tornan el barrio sumamente animado.

En sus calles también hay un buen número de galerías de arte, que exponen interesantes obras de artistas locales e internacionales, siendo especialmente destacada Chuck Jones, que contiene grabados y dibujos de Bugs Bunny, Daffy Duck o Porky Pig.

Como atractivo añadido, dista unos quince minutos del parque Balboa y acoge el estadio de béisbol Petco Park, la casa de los San Diego Padres.

Alojarse en este barrio reclama no tener límites de presupuesto, pues es uno de los más caros. Sin embargo, es una de las opciones más recomendadas a la hora de hospedarse en San Diego para quienes buscan lugares con alma, vivir el ambiente nocturno y, además, estar próximo a los principales atractivos viajeros.

3. Mission Beach

Está delimitado por los populares distritos de Mission Bay y Pacific Beach y mira al Pacífico. Es un barrio con ambiente universitario, pues es el escogido por muchos estudiantes para vivir, y muy concurrido, ya que acoge la playa del mismo nombre. 

Esta destila un ambiente muy californiano y constituye un imán para los amantes de los deportes y actividades marítimas como pesca deportiva, buceo, surf o bodyboard.

En sus alrededores hay una buena oferta de bares y restaurantes de todos los tipos, si bien es cierto que predominan los puestos de comida callejera, especialmente de perritos calientes. 

También hay numerosos clubes y bares de playa que, al caer el sol, ofrecen horas y horas de animación nocturna.

No obstante, también cuenta con zonas tranquilas para relajarse o pescar al final de South Mission Beach, donde además puedes ver zarpar los barcos desde el canal Harbor.

Como atractivo extra, está muy cerca de Sea World, un gigantesco parque temático consagrado al mundo animal marítimo, y Belmont Park, un parque de atracciones que cuenta con infinitas opciones de ocio, entre las que se encuentran la montaña rusa Giant Dipper, construida en 1925.

Para quienes quieren dormir con vistas al Pacífico y disfrutar de todas sus posibilidades, es un barrio a considerar a la hora de alojarse en San Diego. 

Predominan los complejos hoteleros, que además cuentan con un extenso catálogo de actividades, por lo que son una buena opción para quienes viajan en familia e incluso en grupo. Los precios son bastante asequibles, aunque en verano son más elevados.

4. La Jolla

Este barrio está a unos 20 minutos del centro de la ciudad, de cara al Pacífico. Su encanto estriba en que atesora un litoral singular, en el que se alternan gigantescos acantilados, calas, arrecifes rocosos y un sinfín de playas. 

La más concurrida es la Jolla Shores, que está protegida por la había del mismo nombre, por lo que ofrece las condiciones idóneas para practicar buceo, kayak e incluso surf. También es la preferida de las familias.

Próxima a esta se encuentra The Children’s Pool, una pequeña playa-piscina protegida por un rompeolas artificial, ideal para los pequeños de la casa. 

Aunque a las focas y a los leones marinos también les encanta, pues escogen este rincón para descansar con sus crías. Así que puedes darte un baño y, al mismo tiempo, disfrutar del espectáculo que ofrecen estos habitantes marinos.

La Jolla Cove dispone de aguas poco profundas y, además, está horadada por cuevas, a las que se puede acceder cuando baja la marea. Esto la convierte en el punto de encuentro de buceadores, nadadores y los amantes del kayak.

Más al sur se encuentra Windansea, que tiene un ambiente muy familiar. Además, es perfecta para practicar surf, ya que regala olas enormes y, en la parte sur, bodyboard y natación.

Cerca se encuentran Torrey Pines State Beach, que también cuenta con varias playas, flanqueadas por enormes acantilados vestidos de vegetación típica, como el pino Torrey, desde cuyas alturas las vistas al Pacífico son maravillosas.

Además de las playas, La Jolla atesora otros atractivos como el Acuario Birch, en cuyas instalaciones habitan más de 3.000 animales de 380 especies, especialmente marinas del Pacífico. Incluso tiene un vivero especial de caballitos de mar. Además, ofrece infinidad de experiencias, como alimentación de animales, y exposiciones muy curiosas.

Quienes quieran disfrutar de planes culturales pueden acercarse hasta Warwick’s, que es la librería más antigua de Estados Unidos, o al museo de Arte Contemporáneo, que contiene una prolífica colección de más de 5.000 piezas de arte desde 1950 hasta la actualidad.

El ambiente es de lo más cosmopolita y elegante. Tanto es así que en sus calles, especialmente en Girard Avenue y Prospect Street, es posible encontrar las boutiques más lujosas, restaurantes elegantes donde sirven mariscos frescos, galerías de arte, tiendas, pubs y un buen número de hoteles.

La concentración de alojamientos es muy amplia e incluye hoteles de todas las categorías y para todos los bolsillos. En el litoral, de cara a la playa, es donde se concentran los complejos hoteleros con todo tipo de servicios y los de lujo y, por lo tanto, los más caros.

5. Hotel Circle

Este barrio está inserto en el extenso distrito de Mission Valley, que es la zona comercial de la ciudad. De hecho, aglutina los centros comerciales más concurridos como Fashion Valley Mall o Westfiel Mission Valley. 

También posee otros atractivos como el Qualcomm Stadium, el estadio del equipo de fútbol americano Angeles Chargers.

Recibe este nombre porque concentra un conjunto de hoteles, cuyos precios son los más económicos de la ciudad californiana. 

Así que es la mejor opción para alojarse en San Diego para los que no evitan gastarse mucho en alojamiento o quieren disfrutar del shopping y las posibilidades de ocio que ofrece San Diego.

Además, queda está próximo del parque histórico Presidio, Sea World y el área costera de Mission Bay.

6. Coronado

Coronado es una pequeña península ubicada frente a la bahía de San Diego y unida a la ciudad por el largo y bonito puente Silver Strand. Es una de las zonas más exclusivas de la ciudad. 

Tanto es así que sus calles están decoradas con lujosas mansiones, zonas ajardinadas, tiendas exclusivas, restaurantes muy sibaritas con vistas al mar y tiendas centenarias, las cuales ofrecen experiencias que aúnan tradición y lujo.

Aquí se pueden hacer muchas cosas, pero sobre todo hay que disfrutar de la playa Central Beach, que está considerada como una de las mejores del país. 

De fina arena blanca, dispone del oleaje perfecto para darse un baño y practicar diversidad de actividades: navegación, surf, kayak, remo, cruceros en góndola veneciana…

Los amantes de las compras, encontrarán en Orange Avenue, la arteria principal de la isla, y Coronado’s Ferry Landing su paraíso. Están repletas de tiendas de todos los tipos, que se alternan con varios teatros, galerías y un buen número de restaurantes. 

Otra opción muy concurrida es el Marketplace, que es el centro comercial y de ocio por excelencia de Coronado.

Los que buscan un plan cultural, pueden visitar el museo de Historia y Arte de Coronado, donde podrán adentrarse en las raíces y la historia de este singular rincón de San Diego.

Es el destino perfecto si buscas escapar del bullicio de la ciudad, disfrutar de la playas y todas las posibilidades que ofrecen y de un auténtico ambiente de pequeño pueblo isleño. 

La oferta de alojamientos es amplia, pero dadas las características de la zona, cuenta con precios elevados, especialmente en época estival.

Dentro de esta, el protagonismo lo acapara el Hotel El Coronado. Levantado en 1888 frente al mar, este gigantesco resort luce un fachada victoriana, coronada con techumbre de ladrillo rojo, que constituye un punto de parada obligatoria para los amantes del arte. 

Su interior muestra un estilo art déco «de cine», pues ha sido utilizado como escenario para la película Some Like It Hot, protagonizada por Marilyn Monroe. 

Así que no cabe duda que es el lugar más recomendable para dormir en San Diego si quieres vivir una experiencia única y no tienes límites de presupuesto. 

En caso contrario, siempre es posible disfrutar de su famoso brunch de los domingos o de una cerveza artesanal con vistas al mar en su bar.

7. Old Town / Mission Valley

Ubicado al norte del centro urbano, es el barrio más antiguo de San Diego. De hecho, en sus calles comienza la historia de la ciudad y la Baja California. 

Para ello hay que remontarse a 1769, momento en el que se estableció el primer asentamiento español en la ciudad, lo que conllevó la llegada de numerosos hispanohablantes, quienes importaron sus costumbres culturales y arquitectónicas. 

Posteriormente, en 1821, se produjo la independencia de México de España, de modo que muchos mexicanos se instalaron en la zona e igualmente dejaron su impronta.

Cuando San Diego pasó a formar parte de Estados Unidos en 1850 ya era una ciudad muy ecléctica y con una marcada personalidad fruto del paso de distintas culturas; un aspecto que hoy conserva. Por ello, cuando uno pasea por sus calles tiene la sensación de que se ha adentrado en el México colonial.

Aunque el mejor lugar para entender y atisbar este capítulo de la historia de la ciudad es Old Town State Historical Park. Se trata de un parque histórico que conserva una colección de casas y edificios históricos originales del periodo comprendido entre 1820 a 1870. 

Especialmente significativas son las casas Bandini, Estudillo y Altamirano Pedroarena, las primeras de la ciudad. Como igualmente lo es Presidio Park, el lugar donde se estableció el primer asentamiento europeo para protegerse de los ataques indígenas. 

Este último conserva algunas construcciones y el museo Junípero Serra, que contiene los hallazgos arqueológicos, objetos materiales relacionados con la colonización española y la historia primigenia de California.

Otros puntos de interés son Whaley House Museum, una vivienda embrujada construida sobre un antiguo cementerio. Incluso ha captado el interés del séptimo arte, pues ha aparecido en un sinfín de series y películas como, por ejemplo, BuzzFeed Unsolved: Supernatural o Ghost Adventures

En su interior alberga un museo que se adentra en la historia y los fenómenos ocurridos en la misma. Sin duda, una visita interesante para los amantes de las curiosidades y los fenómenos paranormales.

El barrio también cuenta con muchas tiendas, más de una treintena de restaurantes, bares y cantinas, la mayoría de clara influencia mexicana, donde se pueden saborear platos de los antiguos indígenas y otras especialidades mexicanas como tacos, tequilas o margaritas. No obstante, hay otras opciones que incluyen propuestas locales e incluso japonesas.

Como aliciente extra, está próximo al barrio Gaslamp Quarter, el zoo y el Sea World.

Sin embargo, la oferta de hoteles en este histórico barrio es reducida y más cara. Pero merece la pena buscar alojamiento aquí si quieres dormir en la zona con más historia y personalidad de San Diego.

8. Mission Bay

Situada a pocos minutos del centro, al sur de Pacific Beach, se trata de una bahía artificial enclavada en un entorno natural maravilloso. 

Constituye un paraíso de agua, pues está repleta de playas, humedales, islotes, paseos y ensenadas que ofrecen infinitas posibilidades de disfrute: vela, jet sky, surf, kitesurf, navegación, remo, kayak, pesca e incluso avistamiento de ballenas.

Fuera del agua las opciones también son múltiples, de modo que se puede patinar, acampar, hacer hogueras en la arena junto al mar, pasear en bicicleta, disfrutar de un pícnic, jugar al vóley…

Aunque el auténtico reclamo es el parque acuático del mismo nombre, que es el artificial más grande del país. Permite disfrutar de todas las disciplinas marítimas en un marco natural privilegiado, especialmente en el extremo oeste, que está horadado por una red de canales e islas.

Pero las opciones para sacar partido a las maravillas naturales de la zona no se quedan en las citadas. Buen ejemplo de ello es Fiesta Island, un gigantesco pulmón verde rebosante de vegetación, donde habita fauna local. 

En él se pueden practicar todo tipo de actividades: senderismo, ciclismo, jogging e incluso paseo con perros, que además pueden llevarse sin correa.

Aquí también se encuentra Sea World, un parque de animales, que además cuenta con un extenso programa de actividades, como encuentros con orcas o alimentación de leones marinos, y distintos espectáculos como el de los delfines.

Dadas las posibilidades de ocio que permite Mission Bay, es una zona muy recomendable a la hora de alojarse en San Diego. 

La oferta hotelera es variopinta e incluye desde resorts de lujo hasta otros de categoría media. Los precios varían en función de la temporada, de modo que son más caros en primavera y verano.

9. Pacific Beach

Este barrio costero se encuentra al norte del centro, entre La Jolla, Mission Beach, y de cara al Pacífico. Su litoral está salpicado con varias playas, que lo convierten en uno de los más concurridos.

Así, Tourmaline Surfing Park regala olas lentas e inclinadas por lo que suele estar muy concurrida por gente joven y por los que buscan disfrutar del surf, el windsurf o el kitesurf

North Pacific Beach tiene un ambiente más relajado y su oleaje permite practicar la natación tranquilamente, por lo que es muy frecuentada por familias.

Por su parte, el tramo comprendido desde Crystal Pier hasta Pacific Beach Drive es la principal zona de baño y la más concurrida. Dispone de un buen número de servicios en sus alrededores, como alquiler de bicicletas, el muelle y varios hoteles.

En el muelle y las inmediaciones de dichos tramos de playa, especialmente en Garnet Ave y de Mission Blvd, hay una interesante oferta de tiendas de souvenirs, discotecas, bares y restaurantes con vistas al mar, que le dan mucha animación.

Buscar alojamiento en Pacific Beach es una buena idea para los viajeros que llegan con la intención de hacer turismo de playa o practicar deportes marítimos. 

Hay un buen número de hoteles, la mayoría de los cuales se sitúan en primera línea de playa. Los precios son altos, especialmente en la época estival.

10. Point Loma

Esta península, separada de la ciudad por el Pacífico y el río San Diego, es una de las zonas residenciales más importantes de San Diego. 

Además, atesora playas con el mejor oleaje para practicar surf, siendo especialmente destacadas Garbage Reef, AB’s, New Break y Sud Loma, en Luscomb’s, que están debajo de los acantilados. 

La geografía abrupta y rocosa de otras como Osprey Point la convierten en un lugar privilegiado para disfrutar de la pesca.

Además, están abrazadas por paisajes increíbles, que lo son aún más en la parte este, en el barrio de Sunset Cliffs. Están resguardadas por acantilados boscosos titánicos, que regalan panorámicas y puestas de sol increíbles.

También cuenta con la zona de compras Liberty Station. Alberga tiendas de todos los tipos, un buen número de galerías de arte, bares y restaurantes con vistas al mar.

Otro punto de interés es el Monumento del Cabrillo, que rinde homenaje al explorador español del mismo nombre, que fue el primero europeo en poner los pies en la costa este. Así que su visita constituye una cita con la historia de California.

La oferta de hoteles no es tan generosa como en otros barrios de San Diego y los precios no son demasiado económicos. 

No obstante, es un barrio a considerar a la hora de alojarse en San Diego para quienes quieren recrearse con el paisaje más indómito de la ciudad y gozar de las actividades marítimas.

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