¿Tienes planeado un viaje a Austria y necesitas saber cuáles son las mejores zonas dónde alojarse en Viena? Estás de enhorabuena. Aquí te contamos cuáles son los mejores distritos para que reserves tu alojamiento en Viena en función de tu presupuesto y de lo que buscas para tu viaje.
Viena es una ciudad muy elegante, plagada de galerías de arte y museos, con un rico patrimonio histórico, artístico y musical, además de cafés y pastelerías que atraen a un buen número de turistas.
Como capital de Austria y destino turístico importante dispone de una amplia oferta de alojamiento. Sin embargo no se caracteriza por ser un destino barato, aunque tampoco es de las capitales europeas más caras.
El precio de un buen hotel de 4 estrellas en temporada baja se puede situar sobre los 90 euros, y es más que posible encontrar habitaciones por 70 euros la noche en hoteles decentes en zonas un poco alejadas del centro histórico.
En general los hoteles vieneses están, casi sin excepción, muy bien gestionados y tienen una pulcritud extrema (incluso la pensión más modesta tiene ropa de lino de buena calidad).
Una gran ventaja de la ciudad es la enorme variedad de tipos de alojamiento que van desde albergues juveniles hasta opciones muy lujosas y con mucha tradición y solera como el famoso Hotel Sacher.
Dónde alojarse en Viena: las mejores zonas
Viena es una parada imprescindible de cualquier escapada por el centro de Europa. Su callejero está dividido en 28 distritos, cada uno de los cuales tiene sus propias características, servicios y atractivos, si bien es cierto que la mayoría se concentran en el centro histórico.
Como ya he mencionado, a pesar de no ser una de las más caras, no es una ciudad barata, siendo más costosa durante la temporada alta, especialmente en Navidad por sus mercadillos, los festivos y los meses de buen tiempo.
No obstante, existen diferencias económicas entre unos barrios y otros.
Así, los distritos más costosos para alojarse en Viena son Innere Stadt, Leopoldstadt, Mariahilf y Neubau. Los más baratos son Landstrasse, Wieden, Alsergrund y Josefstadt.
La mejor zona donde hospedarse en Viena es el Innere Stadt o distrito 1. Además de esta zona también son una excelente opción los distritos vecinos (del 2 al 9) que siguen siendo muy céntricos y ofrecen un alojamiento a mejor precio.
1. Innere Stadt, la mejor zona donde alojarse en Viena
También denominado distrito 1, es el casco antiguo y ocupa el corazón de la ciudad. Está bordeado por Ringstrasse, una enorme avenida que concentra algunos de sus principales atractivos arquitectónicos.
Innere Stadt es sin lugar a dudas la mejor zona para alojarse en Viena para los que vienen a disfrutar de su patrimonio y cultura.
Buen ejemplo de ello es el palacio de Hofburg, que ostenta dos honores: ser uno de los complejos palaciegos más grandes del mundo y haber sido la residencia de los Habsburgo durante más de siete siglos.
Conserva algunas estancias originales, como las imperiales, la capilla o la iglesia, y acoge instituciones tan relevantes como la Escuela Española de Equitación, centrada en la doma clásica, el despacho del presidente de Austria o la Biblioteca Nacional Austriaca.
Esta última la mandó construir Carlos VI para ser la biblioteca de la corte. Está compuesta por varias salas, siendo la más sobresaliente la Imperial o Prunksaal al medir más de 70 metros y estar decorada con preciosas estatuas de mármol, frescos y pinturas.
Sus estanterías de madera custodian más de ocho millones de ejemplares, siendo especialmente destacada la colección integrada por 15.000 volúmenes del príncipe Eugenio de Saboya.
En el complejo hay varios museos interesantes como la Platería de la Corte. Exhibe todo el ajuar doméstico que perteneció a la realeza, el cual incluye preciosas mantelerías, cubiertos, objetos de plata y porcelana e incluso lujosas cristalerías.
Por su parte, el museo de Sissi se centra, tal y como su nombre invita a pensar, en esta controvertida emperatriz austriaca, muy conocida por sus ideales y actitud rebelde ante la rígida corte vienesa.
La visita permite comprender un poco más su atormentada personalidad, marcada por un estado permanente de melancolía y la obsesión por la belleza, la extrema delgadez y la libertad frente a la vida cortesana. Finalmente, fue asesinada en Ginebra en 1898.
Los Apartamentos Imperiales comprenden las 19 habitaciones que fueron ocupadas por los miembros de los Habsburgo como, por ejemplo, Francisco José. Todas ellas están decoradas como en la época, permitiendo al visitante adentrarse en el esplendor de la monarquía de los Habsburgo.
El edificio religioso más importante de Innere Stadt es la catedral de San Esteban. Se levantó en Stephansplatz, sobre un antiguo templo románico del que se conservan la Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos.
Su exterior destaca por la gigantesca torre de aguja (mide más de 130 metros) que la corona, a la que se puede subir para contemplar una completa panorámica de Viena.
Aunque lo más llamativo de su exterior es su tejado, pues está cubierto con más de 250.000 azulejos.
El interior del templo, que luce varios estilos arquitectónicos, guarda los restos mortales de la mayoría de los miembros de la dinastía Habsburgo y tesoros como el púlpito gótico de Pilgram o el Cristo crucificado que está en la capilla Tirna.
También guarda unas catacumbas. Se excavaron a mediados del siglo XVIII y contienen los osarios de más de 10.000 ciudadanos vieneses.
Incluso tiene un museo que expone numerosas pinturas religiosas del siglo XVIII, así como varias tallas medievales y otras de los siglos XVI y XVII que representan la Virgen con el Niño.
Muy cerca de la catedral, en la calle Domgasse nº5, se encuentra la casa de Mozart, donde vivió el compositor junto con su familia entre 1784 y 1787.
La visita recorre los cuatros pisos que la componen, siendo especialmente destacado el segundo donde se muestran algunos trabajos de este genio como Las bodas de Fígaro, Cosi fan tutte o Don Giovanni.
A unos metros está el museo de la Albertina. Ocupa el interior de un palacio que perteneció al duque Alberto Von Sachsen-Teschen, que fue quien comenzó la colección.
Hoy es una de las mayores colecciones de arte del mundo e incluye trabajos de artistas tan influyentes e importantes como Picasso, Miró, Monet, Matisse o Renoir.
Ocupa varias plantas, siendo la más importante la segunda, donde se muestran multitud de obras que abarcan desde el impresionismo a la actualidad, siendo las más destacadas Estanque de nenúfares de Monet, Retrato de una niña de Renoir o Bailarinas de Degas.
En la planta baja y el sótano, hay varias exposiciones con obras sumamente significativas como Liebre de Durero. A esta se suman los trabajos de Cézanne, Klimt, Picasso o Rubens. El museo también cuenta con una completa colección de arquitectura y fotografía.
Frente al museo está la Ópera Nacional de Viena. Es una de las más prestigiosas e importantes del mundo por la enorme variedad de representaciones de ópera interpretadas por el renombrado Ballet Nacional.
De hecho, cada día cuenta con una programación diferente. Para visitarla hay que hacerlo necesariamente en grupo. El recorrido permite ver lo que sucede entre los bastidores de esta insigne institución como el auditorio, el escenario, el Salón del té donde Francisco José se relajaba en los entreactos o la Sala de Mármol.
No obstante, también es posible acudir a ver una representación. Sin duda, merece la pena y los precios se adaptan a todos los bolsillos.
A unos metros abre sus puertas el Café Sacher, que está dentro del hotel del mismo nombre. Es la dirección de referencia para probar la tarta Sacher, el dulce más famoso y tradicional del recetario austríaco. Aquí puedes probar la receta original creada por Franz Sacher en 1832.
En esta zona también se encuentra la iglesia barroca de los Capuchinos. Desde el punto de vista arquitectónico, el exterior está dominado por la austeridad. El interior mantiene dicha austeridad y luce tan poca decoración que impacta.
Acoge la Cripta Imperial, que custodia las sepulturas de todos los nobles desde 1633; también las de varios miembros de la realeza como María Teresa, la emperatriz Sissi o Francisco José I. Algunos son auténticas obras de arte.
A unos metros, cerca del Palacio Imperial, se encuentra el museo de Historia del Arte, que recoge todas las obras de arte acopiadas por los Habsburgo.
Incluye la colección de arte de Bruegel más grande del mundo y algunas de las obras más importantes de la historia del arte occidental de artistas eternos como Vermeer, Rubens, Velázquez, Rembrandt, Durero, Tiziano o Tintoretto.
A esta se suma la colección de antigüedades, arte oriental y egipcio, ubicada en la planta baja. En sus salas se exponen momias, elementos decorativos, esculturas y los objetos que se incluían en los ajuares funerarios de las culturas antiguas.
Por último, la tercera planta, acoge el Gabinete Numismático, que conserva una de las colecciones de monedas más grandes del mundo con más de 700.000 muestras.
No muy lejos, están el museo de Historia Natural y el Etnográfico. El primero adentra de lleno al visitante en la naturaleza y los orígenes de nuestro planeta a través de los más de 20 millones de objetos que contiene.
Son especialmente destacadas las colecciones de esculturas prehistóricas, cuyo máximo exponente es La venus de Willendorf, una estatuilla que simboliza la fertilidad y que tiene más de 24.000 años, y la de animales disecados.
En esta última colección se encuentran muchos animales extintos como la vaca marina de Steller, que desapareció hace más de 200 años, y esqueletos de dinosaurios.
Por su parte, el museo Etnográfico es el más grande de Austria. Atesora más de 250.000 objetos, un archivo con más de 140.000 fotografías y 146.000 publicaciones impresas sobre la cultura, la historia y la vida cotidiana de pueblos de Asia, África, Oceanía y América.
Los objetos más valiosos son los que el navegante James Cook fue adquiriendo en cada uno de sus viajes y, especialmente, el penacho, un tocado de plumas de quetzal usado en las ceremonias aztecas durante el siglo XVI, único en el mundo.
En esta zona también se encuentra Kärntner Straße, que es la arteria comercial por excelencia. En ella abren sus puertas un sinfín de tiendas de moda, complementos y, sobre todo, antigüedades, joyerías, zapaterías, así como un buen número de cafeterías, restaurantes y teatros.
No cabe duda de que Innere Stadt es el mejor distrito para dormir en Viena, pues concentra los atractivos turísticos más importantes, una buena oferta de museos y la principal calle comercial.
Además, evita recurrir al transporte público o al coche. La oferta de hoteles es amplia y variada, pero los precios son los más elevados de la capital austriaca.
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2. Leopoldstadt, donde dormir en Viena para familias
Este distrito se corresponde con el 2 y se extiende al este del casco histórico, del que está separado por el canal del Danubio.
La ubicación es excelente ya que que cruzando el canal a pie por la zona más central tardarás entre 5 y 10 minutos en llegar a la Catedral.
Desde los albores de la Edad Media, ha sido el hogar de los judíos vieneses. Antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, concentraba a más de 200.000 judíos. Actualmente, no llegan a 10.000.
Además, aquí vivieron intelectuales tan importantes como Freud o Strauss.
Leopoldstadt representa la cara más moderna y bohemia de Viena; un equivalente al SoHo neoyorquino. Aquí la multiculturalidad toma el protagonismo.
No hay pomposos palacios ni un ambiente imperial, sino arquitectura vanguardista, muchos espacios verdes, restaurantes y bares que hacen brillar la escena nocturna.
Uno de los máximos responsables de la gran animación que tiene el barrio es karmelitermarkt. Se trata de un mercado repleto de puestos de verduras, flores y frutas, que se alternan con numerosos puestos de comida local y kosher de herencia judía.
En sus alrededores, especialmente en la calle Leopoldsgasse, hay numerosos bares, terrazas y restaurantes, ideales para disfrutar de los sabores locales, dándole un gran ambiente a la zona.
Uno de los atractivos arquitectónicos más interesantes del distrito es la torre del Danubio, que está en el parque del mismo nombre. Desde lo alto de sus 252 metros de altura se puede disfrutar de una completa panorámica de Viena.
Como atractivo extra, dispone de un restaurante giratorio en la cima, que permite disfrutar de la gastronomía vienesa con diferentes vistas.
Aunque lo que da popularidad a Leopoldstadt es el Prater. Este gran pulmón verde da cabida al parque de atracciones más antiguo del mundo, pues comenzó su andadura en 1766, si bien es cierto que se inauguró en 1895.
La atracción más emblemática es Riesenrad, una noria con más de 60 metros de altura.
Pon el Prater en tu lista de cosas para ver en Viena. Es una visita que merece la pena por su ambiente nostálgico y el encanto de sus atracciones antiguas.
Otro de los parques destacados de esta zona es Augarten, cuyo complejo de jardines barrocos son los más antiguos de la ciudad. Además, alberga instituciones importantes como el Archivo Fílmico de Austria y la Escuela de los Niños Cantores de Viena.
También aquí están la fábrica de porcelana, que es la segunda más añeja de Europa, y las dos torres antiaéreas mandadas construir por Hitler entre 1942 y 1945.
Es un barrio sumamente recomendable para dormir en Viena para las familias con niños ya que es una zona céntrica pero más tranquila que Innere Stadt, tiene zonas verdes y el Prater que hará las delicias de grandes y pequeños.
Hay una excelente oferta de hoteles, cuyos precios son un poco más ajustados que en el casco antiguo, si bien es cierto que siguen siendo elevados.
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3. Landstrasse, alojamiento asequible y céntrico
Este distrito, que es el tercero, está al sudeste del centro histórico. Es uno de los más elegantes por cuanto acoge algunas embajadas y valiosos palacios como Belvedere.
Este es de estilo barroco y se construyó para ser la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya. Aunque, para ser exactos, son dos palacios unidos entre sí por unos enormes jardines de estilo francés, jalonados por terrazas con estanques.
El principal, Alto Belvedere, se encuentra en la parte más alta. Sus estancias guardan una de las colecciones de arte más valiosas del país, con más de 400 muestras desde la Edad Media hasta la actualidad.
Especialmente destacadas son las 24 pinturas de Gustav Klimt, entre las que se incluyen obras mundialmente famosas como El beso y Judit, la colección de Biedermeier y las obras vienesas de 1880 y 1900.
El otro palacio, Bajo Belvedere, dispone de salas interesantes como la Galería de Mármol, la Habitación Dorada, la Sala de los Grotescos y Prunkstall.
Además de lucir una bonita decoración barroca, guardan importantes obras de la Edad de Oro de Viena e interesantes muestras medievales.
Junto a este edificio se encuentra la Orangerie, que, durante la época, desempeñó la función de invernadero. Actualmente, acoge diversas exposiciones de arte temporales.
Otro de los atractivos de este barrio es Hundertwasserhaus,. Se trata de un complejo residencial diseñado por Friedensreich Hundertwasser, que es uno de los pioneros de la sostenibilidad en Europa.
Los edificios lucen una arquitectura sumamente creativa que trae a la mente los trabajos de Gaudí. Se caracterizan por el colorido, las formas ondulantes y los más de 200 árboles que visten las ventanas y los balcones, creando una de las imágenes más fantásticas de la ciudad.
En frente de dicho complejo, está el centro comercial Hundertwasser Village, que también muestra este tipo de arquitectura. Incluye varias tiendas de moda, cafeterías y tiendas de souvenirs, ideal para los amantes de las compras o para quienes quieran llevarse recuerdos de Viena en la maleta.
Para saber un poco más acerca de este arquitecto y su creativo trabajo, está el museo Hundertwasser, ubicado a unos metros del centro comercial.
Como no podía ser de otra forma, está en el interior de un edificio con una arquitectura muy creativa, en la que toman el protagonismo las formas onduladas, el colorido y la decoración con motivos de tablero de ajedrez.
Cambiando de estilo y volviendo a otros más clásicos, el palacio Schwarzenberg, que se levanta en la plaza del mismo nombre, es otro de los que embellecen este señorial barrio.
Es de estilo barroco y está compuesto por elegantes salas, siendo especialmente destacada la Galería de Mármol, así llamada porque su toda su ornamentación está realizada en el citado mármol.
Además, dispone de unos preciosos jardines de estilo inglés, en cuyo centro está la monumental fuente Hochstrahlbrunnen. En sus bordes, están representados los trescientos sesenta y cinco días del año.
En el interior hay un museo y hotel de cinco estrellas, que se presenta una excelente opción para alojarse en Viena si buscas opciones exclusivas y elegantes.
Otra de las visitas recomendables si vas sobrado de tiempo es el cementerio de San Marx. A priori, ir a un cementerio no parece el mejor plan. Sin embargo, este camposanto merece una visita, no solo porque aquí está enterrado Mozart, sino también porque las tumbas constituyen auténticas obras de arte.
Como atractivo extra, el distrito está próximo a Wien Hauptbahnhof, la estación principal de trenes, lo que lo convierte en una de las zonas más prácticas para alojarse en Viena.
La oferta de hoteles es amplia y posee las opciones céntricas más económicas. Si quieres estar cerca del casco histórico y ahorrar en alojamiento, Landstrasse es una buena opción.
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4. Wieden, donde alojarse en Viena cerca de todo
Se corresponde con el distrito cuatro y se encuentra al sur del centro histórico, al que se llega en unos 20 minutos aproximadamente. También está próximo a los principales museos, el palacio de Hofburg, la Ópera y la estación de tren la Wien Hauptbahnhof.
Así que es una opción céntrica y funcional para alojarse en Viena tanto si vienes con la intención de hacer turismo como si tienes pensado realizar alguna excursión a los alrededores o has planificado viajar en dicho medio de transporte.
Wieden no destaca por tener muchos atractivos arquitectónicos, pero posee algunos que merecen una visita como la iglesia barroca de San Carlos Borromeo.
A modo de curiosidad, lo mandó construir Carlos VI tras haberle prometido al pueblo que si superaban la epidemia de peste que asolaba la ciudad, levantaría un templo en honor de este santo, que es el patrono de la lucha contra la peste.
De su exterior, destacan la cúpula en tonos verdosos con esculturas y motivos ornamentales dorados y las dos gigantescas columnas que lo presiden, cuya arquitectura recuerda a la columna de la victoria de Trajano.
Los cuerpos de ambas lucen bajorrelieves de la vida del santo. La portada está jalonada con columnas de estilo clásico.
En su interior, destacan los techos decorados con preciosos frescos que también tienen como temática la vida de San Carlos Borromeo, siendo especialmente destacado La apoteosis de San Carlos Borromeo, obra de Johann Michael Rottmayr de Salzburgo.
Cerca de este se sitúa el museo de la Ciudad de Viena -Wien Museum-. En realidad, es un complejo de museos situados en diferentes puntos del callejero vienés. No obstante, el principal es Wien Museum.
Permite conocer más detalles sobre el pasado de Viena al centrarse en la historia y el arte de Viena desde la Prehistoria, pasando por la época romana, hasta el Barroco y el Renacimiento.
Este distrito es tranquilo y no queda muy lejos del centro. Hay bastantes alojamientos y sus precios son más económicos que en otros distritos más céntricos, ya que puedes encontrar buenos hoteles por menos de 100 euros la noche.
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- (€€€) Hotel Imperial, a Luxury Collection Hotel, Vienna
- (€€) Hotel Erzherzog Rainer
- (€) Wombat’s City Hostel Vienna Naschmarkt
5. Margareten, dónde alojarse en Viena barato
El distrito quinto de la capital austriaca está al sur del centro histórico, contiguo a Wieden. Es tranquilo y residencial y con una marcada multiculturalidad.
Uno de sus principales atractivos turísticos son las casas donde vivió el genio de la música Franz Schubert. Conserva muestras que permiten saber un poco más sobre su educación, su carrera musical, su familia y entorno. Aquí además se exponen sus características gafas.
En Margaretenstraße 78, se encuentra el Filmcasino. El edificio, que destila mucho encanto por la estética de los años 50 que luce, dispone de una cartelera de lo más interesante en la que suelen haber propuestas de cine independiente, documentales y cortometrajes.
La calle Reinprechtsdorfer es la principal del distrito y la más animada al concentrar una buena oferta de restaurantes y bares orientales y turcos, así como tiendas outlet.
Este barrio es relativamente céntrico y tranquilo. No hay una gran oferta de alojamiento, pero la que hay, sobre todo apartamentos, ofrece precios muy compatibles con todos los bolsillos.
Es una opción a tener en cuenta a la hora de dormir en Viena, especialmente si tu presupuesto es ajustado.
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6. Mariahilf, una zona de Viena muy comercial y bien situada
El sexto distrito de Viena se encuentra al sudeste del centro histórico, en las proximidades del canal del Danubio y Ringstrasse. Es un barrio muy alternativo, con una aire bohemio y muy vinculado a la música.
De hecho, en la calle Haydngasse 19, se encuentra la casa en la que el compositor Joseph Haydn pasó sus últimos días y donde compuso algunas de sus obras más conocidas como La creación y Las estaciones.
Actualmente, es un museo en el que se exponen los trabajos del compositor, así como diversos objetos personales y parte de la decoración de las estancias que permiten hacerse una idea de cómo vivía.
Las calles de Mariahilf aglutinan numerosas galerías de arte independiente, que conviven con algunas construcciones art nouveau y, sobre todo, cafeterías tradicionales, que adentran al visitante en la cultura del café vienés, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Estas lucen una decoración elegante, con bancos acolchados, sillas Thonet y mesas de mármol, y tienen una atmósfera muy especial y propia del siglo XIX.
Muchas grandes obras literarias se gestaron en estas tradicionales cafeterías, lo que supuso el nacimiento de la literatura de los cafés kaffeehausliteratur, típica de la época previa a la Segunda Guerra Mundial.
Pero lo que realmente da popularidad a este barrio es Naschmarkt, el mercado al aire libre más grande y popular de la capital austriaca.
Se celebra desde el siglo XVI y en sus más de cien puestos se puede adquirir cualquier producto: verduras, frutas, regalos, carnes, moda, pan, especialmente kaisersemmeln, e incluso frutas.
Además, dispone de numerosos puestos gastronómicos donde puedes probar los platos locales, así como propuestas internacionales: italianas, hindúes, vietnamitas, israelíes e incluso orientales.
Los alrededores también concentran un amplio abanico de restaurantes, que constituyen una buena oportunidad para adentrarse en los sabores tradicionales vieneses como el kaiserschmarrn (un postre a base de crepes dulces) o las palatschinken , una tortita rellena de mermelada de albaricoque.
Aquí también se encuentra la Casa del Mar -Haus des Meeres-, que es el acuario más grande de Viena. Tiene una ubicación de lo más insólita, pues ocupa una torre antiaérea de la Segunda Guerra Mundial.
En ella viven más de 10.000 animales de agua dulce y salada procedentes de todas las partes del mundo.
Los espacios más buscados son el tanque de tiburones martillo, el parque de cocodrilos Krokipark, la zona de Madagascar, hogar de insólitos ejemplares de mangostas de rayas y varanos de Komodo, y la gruta artificial.
En esta última se puede contemplar alrededor de un centenar de especies nocturnas: amblipigios, milpiés gigantes venenosos, peces ciegos e incluso escorpiones luminosos bajo la luz ultravioleta.
Incluso ofrece diferentes experiencias, que permiten sacar el máximo partido al reino animal, como buceo con tiburones, alimentación de pirañas, reptiles y gavilanes.
Mariahilf es un barrio con identidad propia, que reivindica las raíces de la capital austríaca. Además, está bastante próximo al centro histórico y de Mariahilfer straβe, una de las calles comerciales por excelencia.
La oferta de hospedajes es extensa y variada. Sin embargo, dada su ubicación, los precios son más elevados que en otros distritos del centro.
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7. Neubau, ambiente bohemio, museos y gran oferta cultural
Se corresponde con el séptimo distrito y se extiende al oeste del centro histórico. Puede vanagloriarse de ser el más bohemio, animado y creativo del callejero vienés.
Aquí abren sus puertas numerosos cafés tradicionales, galerías de arte, ateliers, tiendas de diseño y artesanías, librerías de segunda mano, restaurantes y cines como el Admiral Kino, en funcionamiento desde 1913.
Aunque el espacio por excelencia de este distrito, el que le da fama, creatividad y un aire bohemio, es MuseumsQuartier o el Barrio de los Museos, así llamado porque concentra numerosos museos.
Tanto es así que es el séptimo espacio consagrado a la cultura más grande del planeta al albergar más de sesenta espacios culturales y cinco gigantescos museos. Los más destacados son el museo Leopold y el Museo de Arte Moderno.
El Museo Leopold da cabida a una de las mayores colecciones de arte moderno austriaco del país, la cual abarca desde el siglo XIX hasta el expresionismo pasando por el periodo de entreguerras.
Además, alberga la colección la mayor colección del artista Egon Schiele, el precursor expresionista de los selfies, y cuantiosas obras de Gustav Klimt.
El Mumok o Museo de Arte Moderno cuenta con más de 10.000 obras modernas y contemporáneas con muestras de grandes artistas como Picasso, Andy Warhol o Jasper Johns.
En dicho barrio también se celebran acontecimientos relevantes como el Festival Internacional de Cine de Viena o el Festival Cultural de Viena.
Neubau da cabida a Mariahilfer Straße, que es una de las calles comerciales más importantes de Viena.
Tampoco te pierdas el pintoresco y otrora descuidado barrio de Spittelberg que se encuentra en lo alto de una colina, justo detrás de los museos más famosos de Viena.
Las antiguas casas de Spittelberg han sido renovadas en boutiques, restaurantes, teatros y galerías de arte haciendo de él un escenario perfecto para un paseo por la tarde.
Bohemio, animado y creativo, este barrio es una magnífica opción para dormir en Viena si quieres estar céntrico y, además, quieres disfrutar de planes culturales.
Aquí hay elegantes hoteles boutique, otros de gama media y alta con un ambiente muy vintage. Con tales características, los precios no son los más económicos de Viena.
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8. Josefstadt, un barrio muy cómodo y práctico para alojarse en Viena
Esta parte del callejero vienés se corresponde con el octavo distrito. Está cerca de Alsergrund y la Universidad, por lo que es el lugar de residencia de numerosos estudiantes, que le otorgan una gran vitalidad a este barrio.
La construcción más notable es el Parlamento austriaco. Data del siglo XIX y luce un impoluto estilo neoclásico, que trae a la mente la Grecia más esplendorosa y cuna de la democracia, en el que toman el protagonismo las columnas y las esculturas con motivos helénicos.
Está integrado por dos grandes salas unidas por un gran pórtico central. Una es la sede del Consejo Federal; la otra, del Consejo Nacional.
En Rathaus Park, está el Ayuntamiento de Viena, un impresionante edificio neogótico, jalonado con una torre central coronada con el Rathausmann, una escultura dorada que representa la figura de un portaestandarte y que se ha convertido en un símbolo de Viena.
En las calles de este distrito también se encuentra Theater in der Josefstadt, que ostenta dos honores: ser el teatro más antiguo de la capital austriaca y acoger el estreno de La flauta mágica de Mozart.
Otro espacio interesante es el museo für Volkskunde o museo Austriaco de la Vida Popular, ubicado en el palacio Schörnborn. En él puedes ver objetos relacionados con la vida, la cultura y la idiosincrasia de los vieneses desde el siglo XVII al XIX.
El templo religioso por excelencia es la iglesia de María Treu, cuya fachada ya merece una visita al lucir una bonita arquitectura, que constituye uno de los máximos exponentes de la arquitectura barroca.
De su exterior destacan las dos bonitas torres gemelas; de su interior, los valiosos frescos del barroco tardío creados por Franz Anton Maulbertsch y el retablo de la Crucifixión de Maulbertsch.
Justo en frente de la iglesia, se yergue una columna barroca coronada con una estatua de la Virgen y rodeada en la base por esculturas de santos y ángeles. Se levantó en recuerdo del brote epidémico de 1713.
Josefstadt tiene una intensa vida cultural y un ambiente muy intelectual. Además, está muy cercano al centro, lo que lo convierte en una opción cómoda para alojarse en Viena.
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- (€€) Flemings Selection Hotel Wien-City
- (€€) The Levante Parliament A Design Hotel
- (€) Hotel-Pension Wild
9. Alsergrund, donde dormir en Viena en un barrio estudiantil cercano al centro
Este barrio, que se corresponde con el noveno distrito, se encuentra al norte del centro histórico, muy próximo al canal del Danubio.
Esta zona se conoce a menudo como el Barrio Académico, no sólo por la cercana Universidad de Viena, sino también por sus numerosos hospitales y clínicas. Es un barrio muy estudiantil con una importante población joven.
Siempre ha estado estrechamente relacionado con la música clásica. De hecho, aquí nació Schubert y murió Beethoven. Incluso Freud, el padre del psicoanálisis, tuvo su oficina en la calle Berggasse 19 de este barrio hasta que los nazis lo expulsaron de la ciudad en 1938.
Hoy su espacio de trabajo es un museo, cuya visita es un imprescindible para quienes quieran adentrarse en la vida y el trabajo del célebre psicoanalista.
La casa conserva parte de la decoración que tenía y el ambiente familiar, así como 400 objetos que permiten saber un poco más de esta personalidad clave en la historia de la psicología.
Cerca se encuentra el museo del Globo Terráqueo. Este, que es el único del mundo de esta temática, contiene una exposición con más de 600 objetos entre los que se incluyen esferas celestiales, terrestres o lunares e incluso instrumentos científicos.
Gracias a esta singular exposición es posible conocer más detalles acerca de los globos terráqueos, la influencia que ejercieron en diferentes culturas o cuál era el proceso de fabricación.
Por su parte, el museo del Reloj, que se encuentra en el palacio Obizzi, atesora una de las colecciones de relojes más completas del mundo. Contiene muestras procedentes de todas las partes del mundo desde el siglo XV hasta la actualidad.
El más buscado es el reloj astronómico del siglo XVIII. Este curioso ejemplar señala las horas y, además, la longitud de los días o los eclipses lunares y solares, entre otras cosas.
Aquí también es posible ver el mecanismo del reloj que jalona la catedral de San Esteban, que es uno de los más pesados del mundo. Además, a cada hora en punto, todos los relojes del museo suenan, creando un concierto de lo más especial.
Otro de los atractivos arquitectónicos de este barrio es el palacio barroco de Liechtenstein. Fue mandado construir a finales del siglo XVII por el príncipe que le da nombre. La visita a las distintas salas que lo integran, especialmente Hércules, permite adentrarse en el modo de vivir de la aristocracia de la época.
Además, dispone de un museo que expone muestras pictóricas de gran valor, especialmente del Renacimiento y el Neoclasicismo, de maestros de la pintura como Rubens, Rafael, Rembrandt o Van Dyck.
Adyacente a este, están los preciosos jardines con diseño inglés.
Cercana a la Universidad de Viena, se encuentra la iglesia Votiva, uno de los templos neogóticos más importantes de Austria. Desde el punto de vista arquitectónico, destaca por sus dos gigantescas torres gemelas que rozan los cien metros de altura.
Su interior es muy diáfano y tiene mucha luz gracias a sus amplias y bonitas vidrieras. Está presidido por el altar de la Virgen de Guadalupe, que se hizo en honor del hermano de Francisco José, emperador de México.
Custodia la Vela Bárbara, que llama la atención por sus enormes proporciones: cuatro metros de altura, tres de ancho y 264 kilos de peso.
El templo también conserva el sarcófago de Nikla Salm, el comandante que estuvo al frente de las tropas nacionales durante el ataque de los turcos en 1529.
Este distrito es una de las opciones céntricas más económicas para alojarse en Viena. Además, es muy animado y está bastante cerca del centro histórico, el Parlamento de Austria o la iglesia de San Pedro.
HOTELES RECOMENDADOS EN VIENA EN ALSERGRUND
- (€€€) Palais Hansen Kempinski Vienna
- (€€) Hotel Regina
- (€) Riess City Hotel
ALOJAMIENTO BARATO EN VIENA
Si tu presupuesto es muy ajustado también encontrarás algunas opciones de alojamiento barato en Viena. Las opciones más económicas son las camas en dormitorios compartidos de hostales.
Los precios en esta opción empiezan a partir de los 12 euros. También hay algunas pensiones baratitas con precios a partir de los 40 euros.
Generalmente precios tan bajos solo están disponibles en temporada baja o reservando con mucha antelación. Puedes chequear opciones de alojamiento económico en Viena en esta página especializada.
Fotos: Shutterstock
Hola Amparo. El segundo está más céntrico. Stephansplatz es el corazón de Viena. Saludos
Me parece la descripción de los distritos estupenda. Pero para un matrimonio de 70 que hotel es más recomendable por su entorno (sin entrar a valorar la categoria)sans souci wien o am stephansplatz