En este artículo exploraremos las mejores zonas y pueblos donde alojarse en el Cabo de Gata. Te presentamos la mejor selección con una variada lista de posibilidades para que encuentres el campo base idóneo para tí.
El Cabo de Gata, también conocido entre los almerienses como El Cabo, es el tesoro de la costa de Almería por su gran valor ecológico, paisajístico y geológico.
Goza de los reconocimientos de Parque Natural, Reserva de la Biosfera, Zona de Especial Protección para las Aves y Geoparque, que la convierten en una de las áreas más protegidas del continente europeo.
Pero las más de 50.000 hectáreas que conforman este rincón natural del origen volcánico también custodian encantadores pueblos, los hábitats naturales más vírgenes del país, singulares paisajes semiáridos en los que los tonos ocres, rojos y negros toman el protagonismo, paradisíacas playas y recónditas calas abrazadas por las aguas impolutas del mar Mediterráneo.
Además, puede presumir de ser una de las zonas de Europa con más horas de sol al año, sin apenas lluvias y en la que no existe un invierno climático.
Todo eso convierte al Cabo de Gata en un destino de referencia para los amantes de la naturaleza, la playa y el turismo activo. Un rincón excepcional, en el que a paz y la tranquilidad dominan cada uno de sus rincones.
Si has decido explorarlo y estás buscando opciones para dormir en Cabo de Gata, sigue leyendo. Te damos todas las claves.
Las mejores zonas donde alojarse en Cabo de Gata
Sin duda, el Cabo de Gata es uno de los pocos rincones naturales inmaculados que quedan en España.
No solo conserva la línea de costa mejor conservada el país, sino también abrumadores paisajes semiáridos, en los que sobreviven especies vegetales únicas, que se alternan con humedales, los cuales constituyen un paraíso para los amantes de la ornitología.
Sus pueblos están fuera de las grandes rutas turísticas, regalando la tranquilidad y el sosiego que el viajero busca.
Aunque cada vez recibe más visitantes, lo cierto es que sigue siendo un destino muy compatible con todos los presupuestos viajeros. Aún así hay diferencias entre unos pueblos y otros.
Grosso modo, los más caros a la hora de dormir en Cabo de Gata son San José, Mojácar, Cabo de Gata, Agua Amarga, el Pozo de los Frailes, los Escullos y Rodalquilar.
Dentro de los más económicos se incluyen Níjar, Carboneras, Las Negras, Almería, los Albaricoques.
1. San José
Este pequeño pueblo de pescadores, que pertenece al municipio de Níjar, se encuentra en una bahía abrazada por dos cerros y de cara al mar. Está considerado la capital del parque natural y también la puerta de entrada al mismo.
En sus cercanías atesora dos de las playas más espectaculares y vírgenes de este espacio y todo el litoral mediterráneo andaluz: los Genoveses y el Mónsul. Su belleza encandila a decenas de viajeros, que acuden a disfrutar de un baño, un paseo o deportes acuáticos.
Genoveses destaca por su fina arena dorada y por estar rodeada de un campo de dunas sobre las que crecen vegetación típica de lugar, especialmente pitas y chumberas, que la dotan de una singular belleza.
En uno de sus extremos, tiene un pequeño bosque, ideal para resguardarse del sol o pasear.
Por su parte, Mónsul llama la atención por la enorme duna de arena que la precede y por las formaciones rocosas de lava erosionada que la jalonan, cuyo máximo exponente es la Peineta de Mónsul, que preside la playa.
Además, está cubierta por mantos de fina arena dorada y compuesta por aguas poco profundas, por lo que es ideal para las familias.
Esta espectacular playa ha llamado la atención del mundo del cine y las series, pues han servido de plató para rodar escenas de Indiana Jones o Los hombres de Paco.
No obstante, dentro del pueblo también hay otras opciones para el baño como la playa de San José, que dispone de todo tipo de servicios. En un extremo, hay varios puntos de alquiler de kayaks.
También organizan excursiones, siendo las más demandadas los acantilados de los Frailes y Punta de Loma Pelada. Además, está cerca de las calas de Media Luna, Carbón y Barronal.
La zona del puerto deportivo es una de las más animadas. En él abren sus puertas diversas empresas que organizan actividades marítimas como paseos en kayak, pesca o navegación y otras muy demandadas como paseos a caballo.
Aquí también hay varios restaurantes especializados en comida local, pescado fresco y arroces.
Dentro del pueblo, que conserva la arquitectura típica de los pueblos del sur con casas bajas blancas decoradas de macetas, especialmente en la plaza, también hay otros e incluso pizzerías.
Como hemos avanzado, San José está considerada la capital de este rincón paradisíaco. Pero también es el núcleo más grande del parque, por lo que concentra más opciones de alojamiento que otras zonas.
Eso sí, no pueden presumir de ser la más barata, menos aún en verano.
2. Mojácar
Ubicada entre la sierra de la Cabrera y el Mediterráneo, se asienta en lo alto de un cerro, cuya abrupta topografía ha obligado a disponer las casas apiñadas en sus laberínticas calles.
Estas conservan la estética típica andaluza al estar encaladas en blanco y decoradas con macetas de flores de colores, mientras que su arquitectura luce reminiscencias mudéjares.
El singular paisajismo de esta localidad la ha hecho valedora de una posición privilegiada en el listado de los pueblos más bonitos de España.
En sus callejuelas se cuelan algunas construcciones que merecen una visita como el torreón, que destaca por su curiosa arquitectura embellecida por una extensa colección de bungavillas y flores.
Por su parte, la iglesia de Santa María sobresale por la sobriedad de su fachada y por atesorar en su interior preciosas obras de Michael Sucker, entre las que destacan La Virgen del Rosario y San Agustín.
El templo se encuentra en la plaza del Parterre. Tiene un gran interés histórico no solo porque se cree que fue una antigua necrópolis árabe, sino también porque conserva una reproducción real de escenas de la Reconquista; las mismas que se encuentran en la catedral de Toledo.
Justo al lado se encuentra el edificio del Ayuntamiento, cuya fachada está cubierta de azulejos y luce el indalo. Es el símbolo de la localidad y se cree que atrae la buena suerte.
La ubicación de Mojácar en lo alto de una colina conlleva que cada uno de sus rincones constituya un mirador.
No obstante, las mejores vistas se obtienen desde el mirador de la Plaza Nueva, que proporciona una panorámica de lo más completa que incluye el valle abrazado por las sierras de Cabrera, Bédar y Almagrera y el río Aguas.
Incluso se pueden divisar poblaciones vecinas como los Gallardos, Garrucha, Cuevas del Almanzora y las huertas de Mojácar.
Otros lugares de parada obligatoria son el barrio del Arrabal, un antiguo barrio judío, la fuente de Mojácar y las antigua puerta de entrada, que es la originaria de la muralla que daba acceso a la localidad.
Pero el gran atractivo de Mojácar son sus playas, que se extienden a lo largo de más de 17 km. La que salpica el pueblo, que se encuentra en la parte de Mojácar playa, se extiende a lo largo de 8 km y está dotada de todos los servicios necesarios, por lo que está más solicitada.
Marina de la Torre, en la parte este, también figura entre las más solicitadas. Tiene bandera azul y, en sus alrededores, dispone de varios hoteles, perfilándose una excelente opción para alojarse en Mojácar. Además, está próxima al campo de golf.
También goza de una gran popularidad la Rumina. Además, comienza justo en las lagunas del río Aguas, que es una zona protegida con un alto valor ecológico al ser el hogar de numerosas especies animales y flora típica, especialmente cañaverales y juncos.
Otra de las más buscadas es la playa de Ventanicas. Como atractivo extra, está muy próxima a la torre de Macenas, que fue levantada en el siglo XVIII para defender la playa de los ataques piratas, y Perulico, que corona un peñón, conformando un marco paisajístico de lo más bonito.
Otras como Piedra Villazar, que se encuentra justo enfrente del Parador, o el Cantal, al lado del camping, también figuran entre las más visitadas.
Para disfrutar de la tranquilidad, hay que dirigirse a las del sur, que además están protegidas y se permite el nudismo. Las más recomendables son Sombrerico y la Granatilla.
Mojácar es, por lo tanto, una excelente opción a la hora de dormir en Cabo de Gata para quienes buscan sacar el máximo partido al mar y la playa.
Hay bastantes opciones de alojamiento tanto en las cercanías de las playas, si bien es cierto que los precios son ligeramente más elevados que en otros pueblos cercanos.
3. Níjar
Aunque el municipio más extenso de Almería está fuera del área protegida del Cabo de Gata, atesora un gran valor ecológico y biodiversidad.
Los 25 pueblos que lo conforman se levantan a la vera de la sierra Alhamilla y conservan construcciones blancas de origen árabe, que se diseminan en sus laberínticas calles, creando un entramado urbano de lo más evocador.
La población más conocida de dicho municipio es Níjar. También es la más evocadora por su entramado urbano de orígenes árabes. De hecho, cuenta con el reconocimiento de pueblo más bonito de España.
Está compuesto por empinadas calles empedradas y casas blancas decoradas con decenas de macetas y flores de colores, cuyo resultado es un decorado que parece sacado de un cuento.
Entre ellas se cuelan construcciones valiosas como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que destaca por su decoración mudéjar, o el edificio del Ayuntamiento.
La artesanía tiene una extensa trayectoria en esta localidad. De hecho, es la principal actividad económica.
Aunque los objetos de esparto y las cerámicas gozan de una gran importancia, son las jarapas las grandes protagonistas. De hecho, encontrarás muchas tiendas donde puedes adquirirlas.
Níjar está cerca del Desierto de Tabernas y el Paraje Natural de Sierra de Alhamilla. El primero es el único desierto de Europa, cuya orografía es todo un espectáculo visual de insólita belleza.
En él se han rodado más de 300 películas, lo que le ha valido el calificativo de «Hollywood europeo». El segundo es un lugar excepcional para el avistamiento de aves rapaces, como el águila perdicera, el cernícalo o el halcón peregrino.
Las mejores playas del Cabo de Gata también están muy cerca de Níjar. En menos de media hora se llega a los Genoveses, Mónsul y Agua Amarga, donde puedes disfrutar al máximo de todas las posibilidades que ofrece el mar.
Si vienes con la intención de practicar actividades de turismo activo y disfrutar de la playa, te recomendamos incluir Níjar en el listado de posibilidades para alojarse en Cabo de Gata.
Principalmente, encontrarás hoteles de gama media, apartamentos, casas de vacaciones y algún camping, cuyo precio es bastante accesible a todos los bolsillos.
4. Carboneras
Este municipio está en la parte suroriental de Almería, muy próximo al área protegida del Cabo de Gata. El pueblo más conocido es el que da nombre a dicho municipio.
Es de origen pesquero y luce una estética típica de los pueblos andaluces, con casas bajas y blancas y callejuelas estrechas adornadas con muchas flores.
Si las recorres, te toparás con bonitas construcciones como la torre vigía Mesa Roldán, que data del siglo XVIII y sirvió para proteger a la localidad de posibles ataques, o el faro del mismo nombre, que fue el más alto de España durante muchos años, y regala bonitas vistas a la costa.
Otras construcciones relevantes son el castillo de San Andrés, que está declarado Bien de Interés Cultural y acoge exposiciones de lo más interesantes; y el molino, que es el único que se conserva del Levante almeriense y también goza del reconocimiento de Bien de Interés Cultural.
Acoge un centro de interpretación, que permite conocer la importancia de la agricultura y actividad de la molienda en la región.
Pero lo que atrae al viajero de Carboneras son sus playas, que además tienen bandera azul. La más concurrida es la que está dentro del pueblo.
Está recorrida por un precioso paseo marítimo donde abren sus puertas varios restaurantes especializados en pescados frescos, que provienen de la lonja de la localidad, que posiblemente es la más importante de la provincia.
En los alrededores también hay diversidad de opciones playeras, siendo especialmente destacadas la playa de los Muertos, que está considerada como una de las mejores del Mediterráneo, y Algarrobico, que destaca por sus aguas cristalinas.
Frente al pueblo se encuentra la isla de San Andrés, que constituye un lugar de excepción para la práctica del submarinismo, el buceo y el esnórquel gracias a la biodiversidad de sus fondos marinos.
Carboneras es el pueblo que más alojamientos tiene de todo el municipio, la mayoría de los cuales se sitúan en las proximidades de las playas. Por lo tanto, es una opción a considerar a la hora de dormir en Cabo de Gata, especialmente si no quieres gastarte mucho dinero.
5. Las Negras
Esta localidad pesquera, que forma parte del municipio de Níjar y ocupa el corazón del Parque Natural de Cabo de Gata, se ha convertido en uno de los más visitados.
La razón estriba en que ofrece paz y tranquilidad y, además, cuenta con una extensa playa de aguas cristalinas, que constituye un lugar privilegiado para la práctica de esnórquel y buceo.
A poca distancia se encuentra la cala de San Pedro, a la que se puede llegar navegando o haciendo senderismo durante cuatro kilómetros a través del monte. Es el hogar de una comunidad hippie, lo que te permitirá disfrutar de una experiencia inédita.
También es un excelente punto para realizar inmersiones, ya sea por libre o en actividad organizada a través del Centro de Buceo de la localidad. Desde esta puedes llegar a las calas cercanas de Plomo, Medio y Amarga.
Al sur de dicha playa, encontrarás la cala del Cuervo. Además de disfrutar de un baño o deportes acuáticos prácticamente solo, podrás contemplar una preciosa panorámica de la costa y Las Negras.
Aunque el pueblo es pequeño y predominan las viviendas privadas, hay varios hoteles de nueva construcción y apartamentos turísticos. Los precios son más bajos que en otras localidades del territorio, perfilándose una gran opción para alojarse en Cabo de Gata.
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6. La Isleta del Moro
Esta localidad, que también forma parte del municipio de Níjar, se sitúa a la vera del imponente peñón que le da nombre, en pleno Parque Natural del Cabo de Gata.
Ofrece la estampa de un pueblo de pescadores típico al estar conformado por casas bajas encaladas en blanco y un muelle en el que se amarran las pequeñas embarcaciones pesqueras que salen a faenar todos los días.
Este también es el mejor lugar para contemplar magníficas puestas de sol, escuchar el sonido del mar o adentrarse en la rutina diaria de los pescadores de la zona.
Sus callejuelas destilan paz y tranquilidad, salvo en la época estival, que recibe cada vez más viajeros. Paseando por ellas se llega al mirador de la Isleta, que proporciona una panorámica de lo más completa de la costa y localidades cercanas como los Escullos y los Frailes.
Isleta del Moro está rodeada de mar, por lo que prácticamente en cualquier rincón es posible encontrar una cala o una playa para bañarse o practicar deportes marítimos. La más grande y la que preside la localidad es la playa del Peñón Blanco.
A diferencia de las vecinas que son de guijarros, tiene fina arena y aguas muy tranquilas, lo que la convierte en una de las mejores playas de la zona. De hecho, goza del distintivo de bandera azul.
En los alrededores hay varios restaurantes donde sirven ricos pescados frescos del Mediterráneo, especialmente breca, sargo, lecha y pollico, que se sirven a la plancha, fritos o rebozados en harina.
Isleta del Moro es constituye un lugar de referencia a la hora de alojarse en Cabo de Gata, en especial para los que quieren combinar el disfrute de gastronomía local y el mar y la tranquilidad.
La oferta de alojamientos es variada e incluye hoteles, apartamentos de vacaciones y algunos alojamientos rurales. Los precios son más baratos fuera de la época estival.
7. El Cabo de Gata
Esta población, también conocida como la barriada del Cabo de Gata, se sitúa en la parte más meridional del parque natural. Es la más cercana a Almería, de la que forma parte y a la que se puede llegar en transporte público.
Como muchos de los pueblos que conforman el Cabo de Gata, su actividad económica gira en torno a la pesca artesanal. Esto convierte a la localidad en una dirección de referencia para saborear pescados frescos y gastronomía almeriense, especialmente en los que abren sus puertas en torno al paseo marítimo.
Esta zona también es la más recomendada para despedir el sol.
Además de la playa del pueblo, que cuenta con la «Q» de Calidad Turística, hay otras opciones cercanas como San Miguel, Amoladeras o Almadraba. También tienen las condiciones necesarias para practicar disciplinas marítimas como kayak, pesca o esnórquel.
A poco menos de dos kilómetros, se encuentran las salinas del Cabo de Gata. Además de ser las únicas que están en activo de toda la parte occidental de Andalucía, pueden presumir de atesorar un enorme valor biológico.
Estas salinas son el hogar y el punto de paso migratorio de innumerables especies animales (se han registrado más de 100 tipos diferentes), en especial flamencos rosados.
A lo largo de las mismas, hay numerosos puestos de observación, lo que lo convierte en una visita sumamente recomendable para los aficionados a la ornitología.
Cerca se encuentra la Almadraba de Monteleva, una singular localidad que vive de la actividad salinera de las salinas del Cabo de Gata. Constituye uno de los mejores puntos de observación de aves de la región dada su cercanía con dichas salinas.
Además, cuenta con una bonita playa y varios restaurantes donde puedes degustar pescados frescos y especialidades locales.
A menos de 7 km se encuentra el faro de Cabo de Gata, que ostenta el honor de ser el punto más septentrional de la Península Ibérica.
Elegir esta localidad para alojarse en Cabo de Gata es una buena decisión para quienes quieren estar cerca de Almería y, al mismo tiempo, disfrutar de la playa, el turismo activo y la ornitología.
La oferta de alojamiento no es muy extensa, pero es variada e incluye hoteles, apartamentos y varios hostales.
Los precios son un poco más elevados que en otros pueblos, incrementándose en la época estival al dar la bienvenida a más número de viajeros.
8. Agua Amarga
Este pequeño pueblo marinero, también perteneciente al municipio de Níjar y ubicado cerca de Las Carboneras, es uno de los más encantadores del Parque Natural; puro Cabo de Gata.
Sus callejuelas están salpicadas de típicas casas bajas encaladas en blanco y con toques ornamentales azules, que se alternan con varias tiendas de artesanías, restaurantes y algunas construcciones locales.
La preside una extensa playa, que invita a disfrutar de un baño, un paseo y deportes marítimos. Al oeste está jalonada por un gran acantilado rocoso horadado por cuevas, a las que se puede acceder en kayak.
Al otro lado del mismo, hay una pequeña y recogida cala donde puedes darte un baño en tranquilidad. En el lado este de la playa se accede a las rutas de senderismo que discurren por la antigua vía del ferrocarril.
En las cercanías también existen otras opciones para disfrutar de un chapuzón como la cala de Enmedio y Plomo, a las que se llega andando.
Al sur están las calas Arena, Castillo y Sorbas, enmarcadas en un paisaje de lo más exótico y salvaje.
En poco tiempo, Agua Amarga se ha convertido en uno de los pueblos más turísticos de cuantos conforman el parque natural. A pesar de ello las opciones de alojamiento no son muchas ni muy baratas y tienden a concentrarse cerca del mar.
Por ello, si eliges este pueblo para dormir en Cabo de Gata, tendrás que reservar con antelación.
9. El Pozo de los Frailes
Esta pequeña localidad, situada a menos de dos kilómetros de San José, puede presumir de ser una de las más visitadas.
Y es que ofrece la estampa típica de un pueblo de pescadores al estar conformado por casas bajas, blancas y con reminiscencias arabescas y antiguas construcciones restauradas como la noria del siglo XIV, que simboliza la importancia que este elemento ha tenido para el pueblo.
Aunque en los últimos años ha conseguido un gran desarrollo turístico, lo cierto es que sigue conservando su cultura y su autenticidad, lo que la dota de más atractivo si cabe.
Además, está resguardada por la imponente montaña del cerro del Fraile y abundante vegetación, entre la que discurren senderos que permiten descubrir todos los rincones de este paraje natural.
Tal y como hemos adelantado, está muy cerca de San José y, por lo tanto, de las mejores playas del parque natural: los Genoveses y Mónsul.
Es una localidad muy solicitada, especialmente en verano. La oferta de hospedajes no es muy extensa. Así que los que la escojan para dormir en Cabo de Gata deberán ser previsores y reservar con tiempo.
A esto se suma que los precios son más elevados que en otras zonas, especialmente en verano.
10. Rodalquilar
Está ubicado a menos de 40 km de Almería, en un valle abrazado por colinas ondulantes, que muestran un aspecto diferente y de lo más evocador en cada época del año.
Así, en invierno lucen el verde; en verano, colores ocres y amarillos, creando una imagen que recuerda al desierto.
Este sugerente e insólito marco paisajístico ha reclamado, en varias ocasiones, la atención del mundo del cine y las series. Ha sido el escenario de algunas series muy populares como Vis a Vis.
Pero el encanto de este pequeño pueblo, que durante los siglos XIX y XX fue minero, también se percibe en su entramado urbano.
Está compuesto por callejuelas empedradas, jalonadas de típicas casas bajas blancas y adornadas con flores, que se alternan con las viejas casas de los mineros, varias tiendas y restaurantes de gastronomía local.
Además de ser el centro administrativo del parque natural, por cuanto acoge las oficinas de medioambiente e información del mismo, atesora lugares de visita obligada para los amantes de la botánica como el jardín botánico Albardinal.
Alberga una amplia exposición de vegetales y plantas endémicas de Almería, algunas de ellas en peligro de extinción o amenazadas, y de otras partes del mundo que se han adaptado al clima extremadamente árido de la zona como los cactus o las palmeras. Sin duda, una visita de lo más interesante para los viajeros más inquietos.
La visita a las minas y el museo minero se perfila una visita obligada para quienes quieran adentrarse en las raíces de este pueblo almeriense.
Sus gentes se dedicaron a la extracción del oro de las montañas circundantes durante los siglos XIX y XX, convirtiendo a la minería en la principal actividad económica del pueblo durante la llamada fiebre del oro.
También vale la pena visitar la Casa de los Volcanes que muestra la geodiversidad, la historia y los distintos ambientes volcánicos de la región, Almería y la comunidad.
Como atractivo extra, Rodalquilar está próximo a magníficas playas como Playazo, de la que dista menos de tres kilómetros. Destaca por presentar un profundidad progresiva y aguas tranquilas, lo que la convierte en una excelente opción para las familias.
La preside el castillo de San Ramón, que conserva su magnificencia a pesar los daños que sufrió durante la Guerra de la Independencia. Tanto es así que está declarado Bien de Interés Cultural. Aunque es de propiedad privada, está abierto al público en horarios concretos.
Cerca de esta se encuentra la torre de los Alumbres, que data del siglo XVI, lo que la convierte en la más añeja del parque.
Un poco más alejado del pueblo, a cinco kilómetros, está el Cortijo del Fraile. Se trata de una hacienda señorial mandada construir en el siglo XVIII por los frailes del convento de Santo Domingo de Almería para la plantación de viñas y olivos.
Está declarada Bien de Interés Cultural,y permite adentrarse en la cultura agrícola y la idiosincrasia más tradicional. Además, sirvió de inspiración a Federico García Lorca para escribir las historias que conforman el clásico de la literatura Bodas de Sangre.
En las proximidades, se encuentra la torre de los Lobos, también conocido como el faro de Polacra. Ostenta el honor de ser el más alto del país. Así que, como imaginarás, las vistas que puedes disfrutar de aquí son excepcionales.
Rodalquilar es una opción a considerar para alojarse en Cabo de Gata. No solo constituye un excelente campamento base para descubrir otros pueblos del parque, sino que permite disfrutar del mar, de actividades de turismo activo y otras culturales.
La oferta de alojamientos es variada y comprende hoteles, apartamentos y casas de vacaciones. Como es una de las más cotizadas por los viajeros, los precios son más elevados que en otras localidades de Cabo de Gata, especialmente en verano.
11. Almería
Elegir Almería capital para dormir en Cabo de Gata es para los viajeros más urbanitas la opción más recomendable. Está a menos de 40 km del parque natural y, a pesar de que es una de las grandes desconocidas de Almería, tiene un sinfín de atractivos.
Entre los arquitectónicos se encuentran la Alcazaba. Tiene más de mil años de antigüedad y ostenta el honor de ser la construcción musulmana más antigua del país.
Domina lo alto de un cerro, por lo que regala unas vistas preciosas a la bahía y el cerro de San Cristóbal, especialmente desde el Baluarte del Saliente. Por si fuera poco, ha servido de escenario para escenas de la popular serie Juego de Tronos.
La construcción está rodeada por la muralla de Jayrán, que se levantó en el siglo XI. Se extiende hasta el cerro de San Cristóbal, coronado por siete torreones, que es uno de los mejores miradores de la ciudad al ofrecer magníficas vistas a la bahía y el Mediterráneo.
A poca distancia, se encuentra la catedral de la Encarnación. Aunque, para ser exactos, se trata de una catedral-fortaleza, ya que sirvió tanto de lugar de culto como de protección frente a los ataques berberiscos.
Llama la atención su fachada por mezclar elementos góticos y renacentistas y la representación del sol de Portocarrero, que es el símbolo de Almería. En su interior destacan el coro y la sacristía, que lucen un estilo renacentista.
Frente a esta se encuentra el Palacio Episcopal, cuya fachada aúna diversos estilos.
Por su parte, el centro histórico atesora importantes construcciones como la puerta Purchena, que preside la plaza del mismo nombre, la cual daba acceso a la ciudad antiguamente.
Junto a esta se encuentra la Casa de las Mariposas, así llamada porque las mariposas de hierro rojas lucen las filigranas de las barandillas que protegen los balcones. Sin duda, es uno de los máximos exponentes de la arquitectura burguesa de la ciudad.
Cerca de la puerta de Purchena, se encuentran los refugios subterráneos, que se construyeron durante la Guerra Civil para proteger a sus habitantes de los ataques aéreos.
Están conformados por un red de cuatro kilómetros de túneles, que constan de todos los elementos necesarios para la supervivencia e incluso un quirófano.
Sin duda, su visita es una experiencia diferente y que merece la pena, especialmente para los interesados en la historia.
Almería también cuenta con un amplio catálogo de construcciones de la etapa de la arquitectura del hierro, que se puso de moda durante el siglo XIX.
Las más destacadas son el cable inglés, un cargadero mineral ubicado junto al muelle de Levante, el mercado central y la estación de tren, que luce una fachada que combina hierro y cristal, en cuyo centro luce el reloj de Paul Garnier.
Para tapear, hay que dirigirse a la calle Jovellanos, en el centro histórico. Aquí se concentran algunos de los locales más concurridos y excelentes restaurantes para saborear cocina almeriense.
Para hacer shopping, la dirección de referencia es el paseo de Almería, que concentra una extensa colección de tiendas de todos los tipos.
Como Hollywood, Almería tiene su propio Paseo de la Fama. Se ubica en la calle Poeta Villaespesa, cerca de la avenida de Almería, y homenajea a los actores y actrices que han rodado en la provincia como Ridley Scott, Arnold Schwarzenegger, Terry Gilliam, Omar Sharif o Max von Sidow.
La avenida de Almería confluye en la zona del puerto y las playas, la cual permite adentrarse en la faceta marinera de Almería. La ciudad tiene un amplio catálogo de playas, siendo especialmente destacadas por ser urbanas el Palmeral, el Zapillo o San Miguel, Nueva Almería y Costacabana.
El paseo marítimo Carmen de Burgos permite disfrutar al mismo tiempo del Mediterráneo, el shopping, pues aquí se colocan multitud de puestos callejeros, y la gastronomía, ya que hay una excelente oferta de restaurantes, bares y heladerías.
Dormir en Almería es una buena elección para quienes quieren tener a mano todas las posibilidades y servicios que ofrece una ciudad y, además, estar cerca de los destinos del itinerario por el Cabo de Gata elegido.
Las opciones de alojamiento son amplísimas: hoteles, hostales, apartamentos, casas…. Hay muchos en el centro y otros tantos en la zona de las playas. Los precios varían en función de la temporada.
Así, en verano es más barato dormir en el centro que cerca de la playa. En invierno, baja el precio de los hoteles cercanos a la bahía.
12. Los Albaricoques
Este pequeño pueblo, perteneciente al municipio de Níjar y muy cerca de Rodalquilar, es, sin duda, el que más curiosidad despierta entre los viajeros amantes del cine y las series.
Su paisaje árido y desértico y la disposición de sus casas bajas, apiñadas y en hilera, conforman el escenario perfecto para hacer películas del Lejano Oeste.
Tanto es así que aquí se han rodado más de una veintena de westerns, entre los que figuran clásicos como La muerte tiene un precio o Por un puñado de dólares.
Todo el pueblo está ambientado y han señalizado los lugares donde se rodaron las escenas de las citadas películas, siendo el que más atención reclama el círculo donde sucedió el duelo final en la película Por un puñado de dólares.
Además, también es posible realizar una ruta turística por todos los lugares del pueblo que han salido en los spaghetti-western.
Pero esta localidad también atesora otros atractivos como el cortijo de los Frailes, una hacienda burguesa dedicada al cultivo de vides y olivos.
Su ubicación y el halo que desprende inspiró historias de la literatura universal como Bodas de Sangre, de Federico García Lorca.
En los alrededores hay varias almazaras. Si estás sobrado de tiempo o te interesan los temas gastronómicos, puedes visitar una y así ver in situ cómo se elabora el aceite.
Si buscas un destino de «cine», Albaricoques es el lugar perfecto para alojarse en Cabo de Gata. Pero ten en cuenta que la oferta de alojamientos es muy reducida, por lo que tendrás que reservar con antelación.
13. Los Escullos
Este pueblo está a pocos kilómetros del Pozo de los Frailes y la Isleta del Moro. Ocupa la ensenada que le da nombre y está resguarda el cerro del Fraile, creando un marco de lo más evocador.
Destaca por conservar numerosas dunas fósiles, entre las que se encuentra la más grande del parque. Se formó durante el Cuaternario y luce curiosas formas, que siguen en constante cambio gracias a la acción del viento.
Sin duda, una joya de la naturaleza que también puedes disfrutar desde el complejo turístico que hay cerca. Además, tiene una discoteca de lo más animada.
Sobre las dunas, en la punta de Esparto, se yergue el castillo de San Felipe, levantado en el siglo XVIII para defender la costa de los posibles ataques piratas. El lugar que ocupaban los antiguos cañones es ahora un mirador que regala preciosas vistas al litoral y el pueblo.
En las proximidades, se encuentra la playa del Arco, que es una de las más impresionantes del Cabo de Gata, o la cala del Embarcadero, que es más íntima.
La oferta de alojamientos es variada e incluye varios hoteles, casas y apartamentos de vacaciones e incluso un camping cercano a la playa.
Sin embargo, para ahorrar hay que reservar con antelación, pues está muy solicitada, especialmente en la época estival. A lo que se añade que los precios no son tan económicos como en otras localidades.